
Hogar y exilio
Desde mis primeros encuentros con la literatura africana en tiempos que hoy mis alumnos juzgan prehistóricos -en particular La conversión del rey Esomba del camerunés Mongo Beti-, no había sentido el estremecimiento de la magia del continente que Conrad llamara negro hasta que en Nueva York descubrí “Hogar y exilio”, memoria de Chinua Achebe.