
Recuperar el pasado
Hace dos años la terrible pandemia nos arrebató a Vidal Elías, mi amigo y vecino en Xalapa, cómplice en el fogón y compañero de aventuras culinarias, que bajo una toga rigurosamente académica resguardaba la curiosidad con la que sólo un niño puede mirar el mundo. Un día este veracruzano se zambulló en su niñez en Xalapa, en Banderilla y en otros rincones jarochos y, como Carlitos en Las batallas en el desierto de José Emilio Pacheco, recuperó una memoria infantil. Hoy lo recordé y comparto con usted una memoria que sigue siendo dolorosa.